Ayer se estrenó The Whale en el Festival de Cine de Venecia. ¿Y sabéis lo que sucedió cuando acabó la proyección? Que el público se levantó y ovacionó durante seis minutos a su protagonista, Brendan Fraser.
Brendan Fraser pasó de ser uno de los actores de moda de Hollywood, uno de los más solicitados, a pasar más de una década sin trabajar en el cine. Por un lado, depresión, por el divorcio con su mujer y el acoso sexual sufrido por el expresidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) Philip Berk.
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Por otro lado, muchos directores dejaron de contar con él porque sufría muchas lesiones en los rodajes ya que se negaba a contar con dobles.
Pero Brendan Fraser ha resurgido y lo ha hecho a lo grande. Interpreta a un profesor gay obeso que sufre de un trastorno alimenticio exacerbado por la muerte de su pareja. En este contexto intenta acercarse a su hija y volver a conectar con ella.
«Tuve que aprender a moverme de una manera nueva para interpretar el papel», recuerda Fraser, que ha tenido que usar una prótesis de 130 kilos de peso para interpretar a Charlie, el «personaje más interesante» de su carrera. «Sentí vértigos al final de la jornada cuando me quitaban la prótesis por una sensación ondulante como cuando bajas de una góndola en Venecia», asegura.
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La acogida ha sido maravillosa y los críticos señalan que este papel podría darle a Fraser el primer Oscar de su carrera.
Brendan Fraser is back — and he sobbed during the #Venezia79 six-minute standing ovation for #TheWhale. pic.twitter.com/y4l10ZFWQa
— Ramin Setoodeh (@RaminSetoodeh) September 4, 2022
Fraser no pudo ocultar su emoción y rompió a llorar desde su asiento mientras el público ovacionaba la producción. Acto seguido, recibió el abrazo del director, Darren Aronofsky, y se levantó entre lágrimas ante los aplausos de sus compañeros de reparto. «Gracias por esta maravillosa acogida, deseo que esta película cause la misma profunda impresión que provocó en mí», expresó Fraser en la rueda de prensa posterior al estreno.
