Una de las mejores cosas que tienen las bodas es el viaje posterior, al que hay que darle la importancia que se merece y dedicarle algo de tiempo para que resulte realmente la experiencia tan inolvidable que buscamos. Por el momento en el que lo harás, no habrá otro viaje igual, y aunque repitas destino más adelante, no será lo mismo.
Todos los años en la Feria Internacional del Turismo (FITUR) veo a muchas parejas “a la caza y captura del folleto sin fin”, y terminan cargando con bolsas imposibles (¡y a veces incluso con maletas!) llenas de información que realmente no les interesa o de lugares a los que irían en cualquier otro momento, pero no en su luna de miel.
Hay quien siempre ha tenido claro dónde iría de luna de miel porque es su gran ilusión, pero para quien mira un mapa y se imagina en cinco sitios a la vez, aquí os cuento algunos detalles que deberíais considerar, y que os ayudarán a elegir el destino ideal para el que será uno de vuestros viajes más especiales.
- ¿Habéis viajado con anterioridad al extranjero? Si no lo habéis hecho, tened en cuenta que por muy atractivo o exótico que os pueda parecer un destino, el choque de costumbres o tradiciones pueden topar en exceso con las vuestras, y hacer que no disfrutéis tanto de la estancia.
- ¿En qué temporada viajaréis? Según la época del año son más recomendables unos destinos que otros por el clima, la afluencia de turismo, la disponibilidad de los lugares a visitar, el precio de los billetes de avión, etcétera.
- ¿Qué tipo de escapadas soléis hacer habitualmente. cultural, de aventura, de relax…? Igual os apetece cambiar radicalmente, pero cuidado porque a veces quince días pueden hacerse muy largos cuando estás haciendo algo que realmente no te convence.
- ¿De cuántos días disponéis? Mientras más lejos vayáis más días necesitaréis para aprovechar el viaje puesto que se pierde mucho tiempo en los desplazamientos. Si lo que queréis es visitar a fondo una zona con tranquilidad y sin prisas, quizá podáis coger unos días de vuestras vacaciones. Hay ciudades que se ven en un par de días, pero otras necesitan una semana como mínimo. Y si queréis ver más de una del mismo país… suma y sigue.
- ¿Qué presupuesto tenéis para la luna de miel? Aunque no nos guste hay que tener este punto muy presente, pues puede convertirse en un disgusto a la vuelta, cuando hagáis cuentas. Hoy día existen destinos para todos los bolsillos y ofertas que los operadores de turismo adaptarán a las necesidades que tengáis, como por ejemplo tener en cuenta los países con una moneda de menor valor que la nuestra, que puede ser una buena opción para estirar el presupuesto y aprovechar más por menos.
- Diferencias particulares. Todo lo que desde casa nos parece exótico por los vídeos o fotos que vemos, cuando llegamos al lugar de destino puede ser un disgusto porque no hayamos tenido en cuenta algunos aspectos importantes de la zona, como las temperaturas extremas que podemos encontrarnos, el grado de humedad, el tipo de comida (yo no pruebo una cucaracha frita ni loca), el agua del grifo, los insectos o las leyes locales.
- Documentación y vacunas. Para entrar en algunos países no sólo necesitaréis el pasaporte en vigor, sino también un visado especial que debéis solicitar con tiempo suficiente. Y si tenéis pensado alquilar un coche quizá os haga falta el permiso internacional de circulación. También puede que necesitéis vacunaros contra algunas enfermedades que en otros países no están erradicadas del todo, y hay que ponérselas varios meses antes de la salida.
- No está de más que os registréis en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de vuestro país, y que alguien sepa dónde poder localizaros en caso de necesidad.
Como veis, organizar un viaje tan importante como es el de vuestra luna de miel tiene su importancia, pero con algo de tiempo y la ayuda profesional correspondiente podréis tener un maravilloso viaje a vuestro estilo que recordaréis siempre.
Mac&Bell, Bodas A tu Estilo