Me hace mucha gracia cuando la gente dice que por qué seguimos luchando, por qué tanta visibilidad, por qué tantas etiquetas, cuando yo nos podemos casar y tener hijos, o sea, para ellos, lo tenemos todo.
Pero cuando estás en la piel de una lesbiana, en la piel de un gay, de un bisexual, de un trans, te das cuenta de que el día a día puede estar lleno de pequeños gestos, micro LGTBfobia, o grandes acontecimientos que pueden marcar nuestra vida al experimentar la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
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Es lo que le ha sucedido a una niña de solo 8 años. Chloe Shelton cursa segundo de primaria en el Rejoice Christian School en Owasso, Oklahoma, un colegio católico.
Chloe se acercó a otra niña de su edad y le dijo que estaba enamorada de ella. Casi de inmediato la niña fue retirada del patio en el que disfrutaba de su recreo. Tampoco se le permitió volver a clases. Estuvo hasta que llegó su madre, Delaine, en la oficina del director.
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«Incluso antes de que me llamaran, el subdirector le dijo a Chloe que la Biblia dice que las mujeres solo pueden tener hijos con un hombre», dijo Delaine Shelton a CNN. «(El subdirector) me preguntó cómo me sentía acerca de que a las chicas les gusten las chicas y le dije que no veo ningún problema con eso», añadió.
Al día siguiente la llamaron por teléfono desde la administración para decirle que Chloe y su hermano, de 5 años, también alumno del colegio, no deberían regresar al colegio. Que ahí terminaba la historia entre ellos.
Cuando Delaine preguntó la razón simplemente dijeron que no compartían creencias. La madre comentó a CNN sentirse enfadada y triste. Su hija no paraba de llorar y preguntarle si todavía Dios la amaba. No sé vosotros pero a mi esto me llena de ira.
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El manual de la escuela establece que «cualquier forma de inmoralidad sexual» va en contra de sus creencias. Incluido el hecho de «profesar ser homosexual/bisexual».
Los estudiantes que no «se ajustan a los estándares e ideales del trabajo y la vida» en la escuela pierden el «privilegio» de asistir. Increíble.
Chloe ha recibido unas 150 cartas de apoyo de muchas personas que se han sensibilizado con su historia, una de ellas es de una ex alumna del mismo colegio, Kylie Holden, bisexual, que le contó que ella y sus amigos LGTB tuvieron que esconder su orientación durante toda su adolescencia.
«Simplemente no quiero que ella se sienta como nosotros», dijo Holden. «No quiero que crezca pensando que no vale la pena, porque eso no es cierto», añadió.