La ex presidenta de Irlanda, Mary McAleese, ha declarado que planea marchar en el Pride por primera vez, con su hijo gay y su esposo.

McAleese, católica practicante, se ha convertido en defensora de los derechos LGTB en los últimos años. Se manifestó a favor del matrimonio igualitario en 2012 y lo ha apoyado vocalmente en el referéndum del país sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La ex Presidenta, quien se ha pronunciado recientemente para desafiar la homofobia en la Iglesia Católica, confirmó esta semana que planea tomar parte en la marcha del Orgullo de Dublín el próximo 30 de junio.

El lema del Pride es ‘We Are Family‘, y el ex presidente claramente se ha tomado en serio, explicando que la mayoría de sus familiares planean asistir a la marcha del Orgullo.

Según un diario local, ella dijo en una conferencia que apoyaría a «mi hijo gay [Justin McAleese] y su maravilloso esposo».

Al Pride acudirá toda la familia: la ex presidenta, su marido, sus otras hijas, algunos niños de la familia y hasta su madre de 87 años, que se espera asista en una silla de ruedas.

Somos una familia y eso es lo que mostraremos: mostrar lo mejor de Irlanda.

McAleese estaba hablando en una conferencia organizada por We Are Church Ireland, un grupo liberal que defiende los derechos LGBT dentro de la Iglesia.

We Are Church reclamó recientemente que el Papa adopte una postura más inclusiva hacia las familias homosexuales, después de que insistió en que «la familia [como] el hombre y la mujer a imagen de Dios es la única».

 

Brendan Butler, portavoz de We Are Church, dijo: «We Are Church Ireland está consternado y alarmado por los comentarios más recientes hechos por el Papa Francis sobre las familias LGBTQI.

Esta exclusión y mayor marginación de las familias LGBTQI en la vida de la Iglesia Católica por parte del Papa Francisco nos deja con muy poca esperanza de que las familias LGBTQI sean incluidas como participantes iguales en el próximo Encuentro Mundial de Familias que se realizará en Dublín el próximo agosto.

A menos que las familias LGBTQI estén incluidas en este Encuentro Mundial, se verá como una contradicción de los valores del Evangelio. Este refuerzo de las actitudes anti LGBTQI y la negativa a reconocer a las familias LGBTQI como verdaderas familias católicas por el Papa Francisco serán tratadas con incredulidad y consternación por parte de los fieles católicos.

El Papa Francisco debería reunirse y escuchar a las familias LGBTQI con experiencias de amor a la vida familiar.