Según Smid, su nuevo esposo es como “El espejo en que me veo todos los días. Durante la mayor parte de mi vida en el espejo veía mis errores y defectos, el reflejo que hoy día veo con Larry me muestra las cosas positivas de mi ser, mis talentos, regalos y veo cómo puedo ser exitoso en una relación tanto íntima como afectiva”.
Así que ya sabéis cuál es la moraleja de la historia. Dentro de unos años, asistirás a la boda gay del homófobo o lesbófobo que esté atormentando tus días.