Cómo tener encías sanas

Trabajar, hacer la comida, sacar al perro, ayudar a nuestros hijos a hacer los deberes… ¡Cuántas cosas en un solo día! Mis días, y los de mi chica, se pasan volando con mil cosas de las que ocuparse.

No obstante, hay cosas vitales que no podemos dejar de lado, como es la higiene dental. Después de llevar meses sufriendo de las encías, me he hecho casi una experta. Aquí algunos consejos para tener y mantener las encías sanas.

La encía es el tejido que recubre el hueso que alberga los dientes. Unas encías sanas son fundamentales para mantener unos dientes sanos y evitar su caída.

El color normal de unas encías es un color rosado. En el momento que su tonalidad se vuelve rojiza o blanquecina, podríamos estar ante una enfermedad de las encías.

La enfermedad más frecuente de las encías es la gingivitis, con el peligro de que degenere en periodontitis. La frecuencia es tan grande que más de la mitad de los adultos padece gingivitis y más de un tercio de los adultos padece periodontitis. Hay que tener en cuenta que estas lesiones pueden aparecer tanto sobre dientes naturales como sobre implantes dentales.

La gingivitis

La gingivitis es una inflamación de la encía que se produce porque el tejido de ésta reacciona ante la presencia de la placa bacteriana y sarro. Esta inflamación de la encía puede desaparecer si se trata convenientemente, pero en caso de no tratarse puede evolucionar a una periodontitis. Así, la inflamación de la gingivitis es un paso previo a la lesión de la periodontitis o comúnmente llamada piorrea.

Hemos dicho que la gingivitis comienza con el acúmulo de placa bacteriana y sarro. En este aumento de la placa bacteriana tienen mucha importancia los factores locales: mala higiene bucal, presencia de ortodoncias y prótesis, dientes apiñados o mal colocados y otros. También influyen factores generales como fumar, algunos medicamentos, el estrés, algunas enfermedades como la diabetes y la hipertensión etc.

 Es importante que vigilemos nuestras encías para descubrir el posible comienzo de una gingivitis. Si nuestras encías están inflamadas, si sangran a menudo o si tienen un color rojo encendido debemos visitar al odontólogo para que haga un diagnóstico más preciso.

La periodontitis

La periodontitis comienza con una alteración de la forma, del color y la función de soporte de la encía. Si la enfermedad sigue avanzando se produce una retracción de la encía que deja al descubierto la raíz dental. A continuación se produce infección, supuración y caída del diente. La periodontitis produce unos síntomas similares, a lo que hay que añadir que la encía merma de tamaño o que notamos que los dientes se mueven.

El odontólogo es el especialista cualificado para tratar los problemas de gingivitis y periodontitis. El objetivo del tratamiento es acabar con la placa bacteriana que es la que inicia todo el proceso. La placa puede destruirse por medios mecánicos (cepillado y limpieza bucal) y por medios químicos a base de antisépticos que destruyen las bacterias de la placa.

¿Cómo podemos sospechar que tenemos enfermas las encías?

Hay una serie de síntomas que nos pueden indicar que nuestra encía está enferma. La doctora Nadia Sarmini Fernández  de la Clínica Dental Bernabeu nos cita algunos de ellos:

– Que la encía sangre al cepillarse o incluso sin cepillado.

– Que notemos pus entre los dientes o mal sabor u olor en la boca.

– Que los dientes cambien de posición, la encía se retraiga o los dientes se muevan. Hay que tener en cuenta que un diente que se mueve difícilmente se recupera y suele perderse aunque hagamos un tratamiento adecuado.

Estos, son alguno de los indicativos de cuando debemos hacer una visita al odontólogo.

La mejor forma de prevenir en casa es un buen cepillado dental, el uso de hilo dental y visitar regularmente al odontólogo. He descubierto que el uso de un irrigador es básico para mantener las encías perfectas.

Las enfermedades de las encías causan un gran quebranto económico en nuestro país, pues a los 40 años la mitad de las personas son desdentados parciales y a los 60 años más de un tercio de las personas son desdentados totales.

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