¿Victor o Victoria? es, en mi opinión, la mejor comedia de los 80. Y es que a pesar de ser un remake de otro film alemán de 1933 (Viktor und Viktoria) nos encontramos ante una de las mejores películas de Blake Edwards (y mira que tiene unas cuantas), que siguió la estela de finales de los 70 principios de los 80 de las comedias glamourosas sobre los submundos gais en concreto el ambiente trans.
¿VICTOR O VICTORIA? Sinopsis.
París, años treinta. Tras el fracaso de una audición en un cabaret, Victoria Grant (Julie Andrews) camina hambrienta y desolada por las calles de la ciudad. Acuciada por el hambre, decide utilizar una estratagema para disfrutar de una suculenta comida sin tener que pagar. En el restaurante, conoce a Toddy (Robert Preston), un homosexual que no sólo le ofrece hospitalidad, sino que tiene la brillante idea de convertirla en Víctor, un travesti cuyo éxito será inmediato y espectacular. Pero la situación de Victoria se complica cuando King Marchan (James Garner), el dueño de una cadena de cabarets de Chicago, se siente irresistiblemente atraído por Víctor.
ANÁLISIS:
Desde Con faldas y a lo loco del maestro Billy Wilder, los equívocos y las confusiones forman parte desde el nacimiento de la comedia. Pero él sentó cátedra para que el musical, en su línea jovial y cómica (la mayor parte de la producción de dicho género cinematográfico), abordase los enredos sexuales y el desorden de identidades. Sin pretenderlo, sentó un canon que ha sido fotocopiado hasta la saciedad.
De las múltiples derivaciones, la mejor es ¿Víctor o Victoria?, que lleva hasta el paroxismo la base del filme de Wilder y retuerce la difusión entre hombre y mujer, a través de Julie Andrews, actriz icónica del musical clásico.
Pero como maestro de las comedias Blake Edwards sabe que una buena comedia la garantizan los personajes secundarios. De hecho, si os fijais en casi todas las buenas comedias los o las protagonistas nunca llevan el peso del humor, sino que son los secundarios los que arropan el argumento y desarrollan la mayoría de los gags de la acción.
Así pues, actores como James Garner, Lesley Anne Warren o el genial Alex Karras se salen como nunca brindándonos secuencias antológicas. Pero sobre todo quien está inconmensurable es el fallecido Robert Preston. Perfecto en su papel de homosexual con pluma pero con un glamour como pocas veces se han visto en una pantalla.
No sé si quien lea esto me va a hacer caso pero si un día queréis pasarlo en grande viendo una comedia sobre la transexualidad no lo dudéis y buscar por donde sea este peliculón.
Estuvo nominada a 7 Óscars y consiguió el de mejor banda sonora a cargo del inseparable del director Henry Mancini. A mí me hubiese gustado que como mínimo también se hubiese llevado el secundario Robert Preston y también la increíble y alucinante dirección artística a cargo de Rodger Maus. Es flipante la recreación del París de los años 30 que consigue.
Más allá de mi admiración por esta película, destacar el valor que tiene que hace más de 30 años se hiciera un filme como este, donde los homosexuales eran los protagonistas y se hablase, aunque fuese en tono de comedia, de las dificultades de una mujer para conseguir sus sueños.
Espero que podáis disfrutarla. Aquí os dejo un tráiler para ir abriendo boca.
Carlos Dueñas