Nos encanta dar esta noticia porque nos encanta el disco. Ya lo hemos oído en el coche, en la ducha, en el metro y en una tarde de lluvia de domingo. No cansa. ¿Por qué? Porque está compuesto por las canciones más importantes de la historia y cantado por varios de los músicos más importantes del momento. Y lo más mágico: Las letras de las canciones están versionadas de forma que hablan de amor entre dos mujeres o entre dos hombres.
Kesha versiona I need a man to love, de la gran Janis Joplin. Cualquiera podría pensar que es demasiada canción para una chica no tan genuina como la hippie más famosa de todos los tiempos, pero lo cierto es que I need a woman to love ha quedado increíble, comparable incluso con la original -es más, kesha ha hecho un videoclip para la canción donde casa a una pareja real de lesbianas en Las Vegas-.
Otras 5 canciones componen Universal Love, un EP publicado únicamente en formato digital el pasado 5 de abril de 2018, con el subtítulo de «Canciones de bodas reimaginadas», ya que la idea del sello discográfico es que en las bodas LGTB de todo el mundo se pueden pinchar canciones que verdaderamente representen a los novios o novias. El ganador del premio nobel Bob Dylan versiona She´s funny that way, de Ella Fitzgerald y Diana Ross, y la convierte en He´s funny that way. St. Vincent, la ex de Cara Delevingne, -a la que puso los cuernos con Kristen Stewart- versiona con su estética ruidosa y traviesa la canción de The Crystals Then he kissed me, y la cambia por And then she kissed me. Otro de los platos fuertes del disco es la gran Mad about the boy, que se transforma en Mad about the girl en la voz de Valerie June -Lo gracioso es que esta canción realmente la compuso un hombre homosexual para otro hombre, y ahora tiene su versión lésbica.
Benjamin Gibbard, transforma And I love her, de The Beatles en And I love him. Por su parte, Keke Okereke, del grupo de rock británico Bloc Party canta la legendaria canción My girl, -la reconocerás si piensas en la película del mismo nombre- y crea My guy, igualmente maravillosa.
«Si ves la historia de la música pop, las canciones de amor han tenido una perspectiva predominantemente heterosexual (…). Si consideramos que la música es un puente entre la gente, ¿no deberían estas canciones estar abiertas a todos? » explicaba reciéntemente Tom Murphy, coproductor del álbum.