
Nos hartamos de dar este tipo de noticias, pero por otro lado sabemos la importancia de difundirlas. Porque la homofobia, queridos lectores y lectoras, no es solo que te den una paliza por tu orientación sexual, se manifiesta de manera cotidiana, incluso cuando parece ser que ser gay o ser lesbiana es algo muy normal, pero no.
Porque un día viajas con tu pareja en un avión y te ves obligado a ceder tu asiento a una pareja constituida por un hombre y una mujer, o sea, una «pareja normal», tu pareja pasa a ser de segunda. Y la homofobia te golpea en la cara.
Esto ha sucedido en la aerolínea Alaska Airlines, y le ha pasado al empresario David Cooley y a su novio, que viajaban desde Nueva York a Los Ángeles.
«Mi compañero de viaje y yo estábamos sentados cuando una azafata le pidió a mi acompañante que dejara su asiento premium para mudarse a uno de clase turista, a fin de que una pareja heterosexual pudiera sentarse junta. Le expliqué que nosotros también éramos una pareja y queríamos sentarnos juntos. Se nos dio la opción de cambiar de asiento o bajar del avión», escribió indignado Coonley en una publicación en Facebook.
Cooley concluyó su publicación pidiendo a la comunidad LGTB que boicoteen a la aerolínea, y que dejen su dinero en otras compañías gayfriendly.
Por su parte la aerolínea se disculpó por la situación, alegando que habían sobrevendido el vuelo en el que se le pidió a la pareja de Coonley que cediera su asiento.
«Reservamos por error a dos personas en un mismo asiento. Lamentamos profundamente la situación y estamos investigando los detalles», dijo la compañía en un comunicado.
Sí, sobrevendieron el vuelo, ¿pero por qué la pareja heterosexual tenía más derechos que la pareja gay?
