Tokio, Japón, acaba de inaugurar la primera casa dirigida a brindar asilo a las personas LGTB que, por asuntos de discriminación y homofobia, hayan sido expulsadas de sus hogares.
El recinto fue abierto gracias a una recaudación económica colectiva de 14.000 dólares bajo el nombre de Nijiro House. Además, cuenta con inversión privada que le permite pagar servicios y poder contratar a los 12 trabajadores que hacen que el centro funcione.
La homosexualidad en Japón no está penalizada; sin embargo, en el país se vive un ambiente de homofobia generalizado debido a las tradiciones conservadoras.
Según afirmó Yuta Onaga, activista y una de las personas fundadoras del espacio: “Estas personas se enfrentan al desempleo, problemas financieros graves, problemas de salud mental, violencia física o verbal por parte de la pareja y la familia, y problemas relacionados con el VIH.”
El primer residente del refugio es un hombre que perdió su empleo después de que en su trabajo se enterasen de que era homosexual. Al quedarse sin empleo, no pudo pagar el alquiler de su casa y se quedó en la calle.
“Tengo una brecha en mi carrera y me siento muy desesperado”, dijo el hombre al incorporarse en la casa.
El gobierno en Japón no cuenta con leyes que reconozcan el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo cual ha llevado a las administraciones locales a implementar estrategias para reconocer las uniones civiles de este tipo y garantizar el acceso a beneficios que solo tienen las parejas heterosexuales.
En enero de este año, diez parejas del mismo sexo presentaron una demanda en contra del gobierno japonés por no reconocer el matrimonio igualitario, señalando que dicha prohibición contraviene a la constitución del país.
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