Es actor, modelo y activista. Omar Sharif Jr. ha salido a la palestra para convertirse en un referente en más de una causa. No solo quiere serlo para los jóvenes gays del mundo que, como él, provienen de países donde es muy duro ser visible y libre. También lo quiere ser para el pueblo judío en territorio árabe. «No puedo regresar a Egipto desde que soy visible como homosexual -ha afirmado el nieto del actor de Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago- Le pido a los jóvenes gays que están allí hoy que aguanten, porque las cosas mejorarán».
Efectivamente no ha vuelto a Egipto, y no ha podido despedirse de Omar Sharif,su abuelo -se lo llevó el Alhzeimer hace 3 años-. «Un día volveré a casa porque soy un patriota. Y para mi ser patriota significa entregarse uno mismo por completo a su país. Entregar su yo auténtico (…) Las metas de la comunidad LGTB -en Egipto- son mucho más modestas que en otros lugares del mundo. Queremos las mismas cosas que el resto: seguridad, estabilidad económica y el derecho a simplemente vivir nuestras vidas. Ahora mismo, nadie tiene esto».
El actor, con doble nacionalidad, egipcia y canadiense, le contó a la Agencia Efe en un foro por los derechos humanos de Johannesburgo, Oslo Freedom Forum, que recibe diariamente una media de 50 mensajes de personas gays de Oriente Medio y el norte de África, agradeciéndolo el paso que ha dado. Y es que es de las poquísimas celebridades abiertamente homosexual de este territorio. Omar habla también de los mensajes de auxilio que recibe, además de los de agradecimiento, que le han llevado a realizar un intenso activismo. «Ni si quiera les digo que salgan del armario porque sería convertirlos en el cañón de mis ideales. Ellos probablemente tienen padres o abuelos que no poseen las experiencias de los míos trabajando en Hollywood. Así que les digo que aguanten y que permanezcan a salvo porque las cosas en algún momento mejorarán. Siempre lo hacen».
Omar vivió con estupefacción lo que supuso su salida del armario. «Me convertí en titular de los telediarios cada noche durante una semana. No esperaba eso».
Lejos de ver la evolución de su lucha, Omar ha tenido que asistir a una ola de represión tremenda en Egipto, con arrestos arbitrarios, penas por libertinaje, etc. desde que sus amigos de la banda libanesa Mashrow Leila sacaran una bandera arcoiris en un concierto. Actualmente Omar participa en un proyecto para descriminalizar legalmente la homosexualidad en su país, mientras está en conversaciones con el Banco Mundial para que retiren sus inversiones y subvenciones a los países que incumplen los derechos humanos de la población LGTB.
Nuestro total agradecimiento hacia su lucha, personal y humanitaria.