En la organización de una boda las decisiones más complicadas de tomar suelen ser las relacionadas con los invitados… y con los niños.
Es cierto que los niños en las bodas son muy graciosos, quedan genial en las fotos y son muy divertidos. Pero también hay que verlo desde otra perspectiva, y es la de que una boda es una celebración para adultos, principalmente. Los niños no entienden de silencios, orden ni horarios y la mayoría de las veces pueden ser muy revoltosos, como niños que son.
Normalmente este tema suele llevar unida la polémica, porque a veces hay quien no se da cuenta de que el día de la boda es vuestro día importante, y deben ser vuestros invitados quienes se adapten a vuestros deseos, y no al revés. Si no queréis que a vuestra boda asistan niños porque queréis que sus padres (aunque al principio no lo entiendan) disfruten al 100% de vuestra boda sin preocuparse de que un niño llore, coma o se canse, si les avisáis con tiempo podrán organizarse y encontrar con quién dejar a los peques.
Aun así, si tenéis claro que los niños no pueden faltar en vuestra boda, debéis pensar en ellos como en personitas con unas necesidades especiales que tendréis que tener en cuenta para que todos podáis disfrutar del día.
Cada vez es más habitual que las parejas se casen después de años de convivencia y niños en común, por lo que si queréis que os acompañen en la ceremonia, lleven las alianzas o tengan cualquier otro papel protagonista, necesitaréis la ayuda de algún adulto que los guíe para que sepan bien qué hacer en cada momento y no se pongan nerviosos.
Cuando el almuerzo o la cena es al modo tradicional y todo el mundo está sentado, una buena opción es que pongáis una mesa especial para los niños, donde haya una persona que se encargue de que todos coman y estén atendidos.
Es en el momento de la fiesta donde existen más opciones para la entretener a los más pequeños a favor de un bailoteo de sus padres. Lo ideal es contratar a un profesional de la animación infantil que estará pendiente de los niños todo el tiempo jugando con ellos, pintándoles la cara, disfrazándose… Podéis crear también un rincón para ellos con juegos, lápices, pegatinas, disfraces…
Al final lo importante es que tanto mayores como niños disfrutéis de la boda, cada uno a su altura.
Macarena Bellido
Wedding Planner