Apple Store ha hecho finalmente caso a la petición de la organización Truth Wins Out (La verdad sale del armario, o La verdad sale a la luz) para retirar una App que ofrecía terapia de conversión.
La App pertenecía al grupo religioso de Arlington, Living Hope Ministries (Para qué traducirlo…). La aplicación proponía a los jóvenes “cambiar de gays a heterosexuales a través de la oración y la terapia” y que retrataba la homosexualidad como una «adicción», -aunque en ocasiones se les escapaba la palabra «pecado» también-.
Por supuesto este grupo no se retracta de su aplicación y su director ejecutivo ha asegurado que le exigirá a Apple restaurarla porque es completamente legal. Según Ricky Chelette, su portavoz, “no tenemos ningún problema con un individuo que es gay si eso es lo que quiere ser (…) nosotros buscamos la integridad sexual y relacional a través de una relación más íntima con Jesucristo- (…) La gente busca nuestra organización cuando hay un choque entre su fe y las atracciones sexuales”.
Para Truth Wins Out, y para nosotros, dicha aplicación “estigmatiza y degrada a las personas LGBT y las considera enfermas o pecadoras».
El fenómeno de las terapias de conversión parece algo en extinción pero nada más lejos de la realidad. En Canadá, 70.000 personas han firmado recientemente peticiones para que el gobierno prohíba la terapia de conversión (Fuente: Revista Zero). La película The Miseducation of Cameron Post, con Chloe Grace Monetz y Sasha Lane -tuvimos el gusto de verla en el último festival Lesgaicinemad de Madrid-, retrata esta realidad y cómo jovenes de todo el mundo son recluidos en contra de su voluntad para someterse a todo tipo de prácticas supuestamente terapéuticas». Boy Erased, con Russel Crowe y Nicole Kidman, es otra película que, de forma magistral, expone el suplicio por el que un joven homosexual llega a pasar cuando llega a un centro de terapias de conversión.
