Me encanta la serie de Netflix, Sex Education. Y aunque me pilla ya mayor, puesto que es una serie de adolescentes, me encanta porque cumple un rol que muchas familias y muchos centros educativos no cumplen con los jóvenes: educarlos sexualmente.
Sex Education nos presenta la realidad sin prejuicios. Nos habla abiertamente del sexo y de cómo viven, desean, temen y anhelan el sexo los adolescentes, la relación con el otro, con sus propias inseguridades.
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En esta, la cuarta temporada, nos encontramos por primera vez con dos personajes que se identifican como no binarios, se aborda también el inicio sexual de una pareja gay, el sexo heterosexual sin condón, el sentir que la propia vagina es fea porque no se parece a las de las películas pornográficas, etcétera.
Sex Education presenta la diversidad sexual y afectiva con una naturalidad que nos encanta. Rompe muchos estereotipos, como el de la amistad entre un chico homosexual y uno heterosexual.
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La amistad entre Otis y Eric es uno de los lazos más sólidos de la serie. Eric y Otis se quieren profundamente, se lo demuestran día a día, se escuchan, se preocupan por los sentimientos del otro, se expresan el amor físicamente con abrazos, son cómplices, desean lo mejor para el otro, no hay egoísmo, no hay envidia, no hay malas intenciones.
El estereotipo de que un gay y un heterosexual, o una lesbiana o una heterosexual no pueden ser amigos o amigas porque siempre habrá un interés de por medio salta por los aires cuando vemos Sex Education.
Eric y Otis se respetan, se ven como los seres humanos que son, y son cada uno un espacio seguro para el otro.
Más series como Sex Education, que según sabemos ha renovado una cuarta temporada, la que podría ser la última.