En muchas ocasiones se teme a lo desconocido. Esta frase también funciona cuando se trata de la oposición a los derechos para la población LGBT. Las encuestas demuestran que las personas que conocen y quieren a una persona LGBT tienen mucha más probabilidad de estar a favor del reconocimiento de derechos como el de matrimonio para gays y lesbianas y de un trato igualitario y justo para las minorías sexuales. Esta es la base de la que va a partir la campaña que ha lanzado Human Rights Campaign (HRC) en tres estados del sur de Estados Unidos, Alabama, Arkansas y Mississippi bajo el nombre ‘Project One America’. Se trata de trabajar a pie de calle, participando en reuniones con la comunidad para cambiar la percepción negativa que se tiene en muchas ocasiones de la población LGBT en estos tres estados, que se cuentan entre los que presentan un mayor porcentaje de rechazo a la homosexualidad.
Se trata de una iniciativa a largo plazo, con una duración prevista de tres años, que cuenta con una presupuesto de 8,5 millones de dólares (unos 6,1 millones de euros). La idea es simple. HRC prevé abrir oficinas en estos estados y que cada una de ellas cuente con 20 personas, sobre todo residentes en estos estados. Estos grupos irán organizando reuniones y encuentros con amigos, aliados, vecinos, comerciantes, ejecutivos, líderes religiosos, y grupos comunitarios en los que intentarán ir creando un clima más favorable hacia la comunidad LGBT. Los activistas esperan que en unos territorios donde la hospitalidad tiene una alta importancia estas reuniones con gente de la comunidad tendrán un efecto positivo. Se trata de que la población vea a gays y lesbianas como unos residentes más, una parte más de la comunidad a la que pertenecen. El proyecto también trabajará en los casos abiertos contra los derechos LGBT en los tribunales.
“Superas todas las objeciones conversando y conociendo a tus vecinos”, ha explicado el presidente de HRC, Chad Griffin en un comunicado. Griffin ha destacado los avances en materia de derechos, pero ha animado a no dejar a nadie atrás. “Ahora mismo, este país está profundamente dividido en dos Américas; una donde la igualdad LGBT es casi una realidad y otra donde la gente LGBT carece de las más fundamentales medidas de igualdad ciudadana. Project One America es un esfuerzo sin parangón para cerrar esta brecha, y abrir un nuevo y valeroso capítulo en el movimiento de derechos civiles de esta generación. En esta gran lucha por la igualdad no podemos dejar fuera a nadie en ningún sitio”, señala.
La idea de la campaña ha obtenido muchos apoyos entre la comunidad LGBT y en otros grupos por los derechos humanos y contra la discriminación, especialmente en el NAACP, el principal grupo por la igualdad racial. Sin embargo, desde el Programa de Ciudadanos en Acción de Alabama, uno de los principales grupos conservadores cristianos no creen que las reuniones sirvan. El presidente ejecutivo de este grupo, Joe Godfrey ha considerado que es la comunidad LGBT la que no está abierta a escuchar las posiciones de la Iglesia y ha considerado que los grupos religiosos solo pueden defender el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Godfrey es pastor de una iglesia de la Convención Baptista del Sur y se ha mostrado dispuesto a participar en estas reuniones.
Fuente: Ragap