Hace unos días os contábamos de un niño de 9 años que se suicidó por ser gay. Hoy, con el mismo dolor os contamos de un chico, tan solo diez años mayor, que ha sido asesinado por el mismo motivo. Su orientación sexual.
Esta es la historia de Felipe Olguín, de tan solo 19 años. Felipe estaba enamorado, y vivía desde hace un tiempo con su novio en la comuna de Puente Alto, en Santiago de Chile.
Hace justo una semana Felipe paseaba junto a su novio cuando fue increpado por otro hombre y un chico de apenas 15 años, y ahí, en la calle. Felipe recibió una puñalada mortal. Su novio fue herido.
La pareja de Felipe contó que los agresores no eran desconocidos, días antes ya los habían amenazado en el mismo barrio donde residen, con gritos e insultos homófobos, como «maricón» y «mujercita». Pero jamás esperaron un ataque como éste.
Es probable que al ser un delito de odio se aplique a los asesinos (el de 15 años ya ha sido detenido) la Ley Zamudio, como se conoce la ley que nació a raíz del asesinato del joven Daniel Zamudio, un chico asesinado a golpes por su orientación sexual hace años en Chile.
«Expresamos toda nuestra solidaridad a los amigos y familiares de Felipe, un joven que, todos coinciden, nunca le hizo daño a nadie, pero sufrió durante gran parte de su vida burlas, bullying y acosos solo por su orientación. Estamos muy impactos porque en Chile sigan ocurriendo estos atropellos que violentan el derecho humano más básico, la vida», ha alegado Gonzalo Velásquez, presidente del MOVILH, tras asistir al funeral.
La prominente organización LGTB chilena ha indicado, asimismo, que en los próximos días «orientaremos a la familia, para cursar todas las acciones legales que sean necesarias, dar con la verdad y sancionar a los responsables, con la aplicación de la Ley Zamudio como agravante».
«Hay mucho dolor en familia, en sus amigos. Solo la justicia puede paliar en algo este daño. Llamamos a la sociedad a no ser indiferente con este tipo de crímenes, a ser más empáticos y a solidarizar. Los crímenes de odio merecen el más total y transversal repudio», han concluido desde el MOVILH