Ahora tiene 15 años, pero cuando tenía 5, su madre, Yazmín Paniagua, cooció a Denise Calderón y se enamoró. La pareja quiso agrandar la familia y tuvieron, gracias a una inseminación artificial, una hija que hoy tiene 4 años y lleva el apellido de sus dos mamás. Hace dos pudieron casarse y constituir de manera legal esta familia.
La hija mayor, después de haber vivido gran parte de su vida con dos madres, quiere ser legalmente reconocida como hija de ambas, pero El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Chihuahua, se lo niega.
Las madres denunciaron que su familia fue víctima de discriminación debido a que las investigaciones estuvieron llenas de prejuicios y lesbofobia, suprimiendo así diversos derechos de su hija menor de edad.
Cuando la hija adolescente dijo que quería, al igual que su hermana, tener los apellidos de ambas, iniciaron los trámites de adopción, a fines de 2017.
El procedimiento de adopción requiere que el DIF emita un certificado de idoneidad, y para eso una trabajadora social tuvo que visitarlas, ver las condiciones en las que vivía la familia, hablar con los vecinos y cercanos. La trabajadora social emitió un certificado favorable.
El siguiente paso fue una evaluación psicológica a las madres. Y es aquí donde comienzan los problemas.
“Al momento que le hacen a mi esposa la valoración psicológica le hacen unas preguntas que no son habituales en estos procedimientos, eran cuestionamientos con mucho morbo, con mucho prejuicio como: ‘¿Oye ya ves que esta de moda que las mujeres salgan con mujeres, tú hija sale con niñas o niños?’, ‘¿Tienes relaciones también con hombres o nada más con mujeres’, ‘¿Tus hijas saben que son lesbianas?, ‘¿Cómo se muestran su afecto frente a ellas?’ Fue bastante incómodo”, explicó Denise a la web Desastre.
Tras ser entrevistada, la psicóloga solicitó que la menor de edad también fuera sometida a una valoración psicológica, insinuando que tenía que hacerse para revisar el estado de la menor debido a que la orientación sexual de las madres podría haber afectado su conducta.
“Es que a mí no me había tocado todo esto de las parejas del mismo sexo y yo necesito ver a la niña para ver si su esposa es idónea para adoptar”, esto fue lo que la psicóloga les contestó, según cuenta Denise.
Sin embargo, dicha solicitud no tiene cabida en el proceso de adopción pues no es competencia del DIF entrevistar a la menor de edad; además, previamente la joven fue sometida a una entrevista como parte del juicio y el resultado de dicha audiencia fue idóneo.
Las madres presentaron una queja interna al DIF en contra de la servidora pública por proceder con prejuicios y sin alinearse a las directrices del proceso. La instancia no dio respuestas a la solicitud y poco tiempo después aseguró que no existía ninguna queja interpuesta, por lo que no se había iniciado ninguna investigación.
Yazmin y Denise presentaron una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihuahua, instancia que solicitó al DIF dar seguimiento a la queja y presentar las acciones que implementó, pero la instancia presentó una indagación en la que ni siquiera las madres fueron notificadas para declarar.
Asimismo, el DIF se mostró reticente a mostrar el expediente del caso. Luego de este episodio, las mujeres interpusieron una denuncia penal por discriminación ante la Fiscalía General del Estado, la cual determinó que la pareja debía tener acceso al expediente.
Tras esto las mujeres descubrieron que Yazmín resultó no idónea para la adopción debido a que la psicóloga consideró de manera arbitraria solo una de los cuatro pruebas psicométricas realizadas.
Ante esto Denise solicitó ante el Juzgado Quinto que Yazmín fuera sometida a una pericial en psicología. En esa prueba Yazmín resultó apta e idónea para adoptar contrastando con el resultado de la valoración emitida por el DIF.
Debido a que el certificado de idoneidad no fue emitido por el DIF el juicio no puede avanzar y la menor de edad no puede ser reconocida como hija de ambas mujeres.
No obstante, debido a las pruebas presentadas por las mujeres, la irregularidad en la que operó el DIF y al contraste de resultados en las pruebas psicológicas, juzgados solicitó a DIF realizar de nueva cuenta la valoración psicológica en un nuevo procedimiento. La prueba fue hecha hace tres semanas pero la instancia se ha demorado en emitir una resolución.
El caso cuenta con tres quejas vigentes correspondientemente en la Comisión de Derechos, la Fiscalía General y la Secretaría de la Función Pública, por lo que las madres esperan que el caso se resuelva pronto, pues consideran que se ha demorado por discriminación y prejuicios hacia las parejas homosexuales.
“La adopción la pidió mi niña, el proceso de la niña pequeña fue rápido, por lo que gracias a ella mi esposa la tiene registrada en el seguro médico, pero no así con la más grande. La niña ha visto que andamos batallando y pese que tenemos pruebas realmente el procedimiento ha sido frustrante”, señaló Denise.