Jonas Poher Rasmussen es un director danés que siempre quiso contar la historia de uno de sus mejores amigos, Amin Nawabi, a quién conoció a los 15 años en la parada de autobús que los llevaba al colegio.
Cada día coincidiendo y fortaleciendo la amistad, pero no era suficiente para que Amin fuera abriendo su alma a Jonas y contando su aterradora historia, o por qué vivía solo en Dinamarca en una casa de acogida.
Amin tardó décadas en querer hablar de ello. De los 5 años que pasó huyendo en un viaje con mil peripecias. De cómo llegó a Moscú con su madre y hermana, viviendo en un pequeño apartamento de manera ilegal, los dos intentos de huida de Rusia, el lidiar con el tráfico de personas que casi los mata, de cómo él lo consiguió solo la segunda vez.
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Todo lo que sufrió al llegar a solo a Dinamarca, y cómo le obligaron por su seguridad y la de su familia a borrar todos sus referentes.
Cuando Jonas conoció esta historia quiso hacer algo con ella, contarla al mundo, pero Amin se negó. Ni siquiera se la había contado a su novio. Pero sí accedió a que Jonas, que es director y documentalista, grabara en cintas de audio sus recuerdos.
Cuando Jonas propuso contarla a través de la animación, a Amin (nombre falso) le pareció una buena idea.
Y fue tan buena idea que ahora Flee tiene tres nominaciones inauditas a los Oscar: película internacional, de animación y mejor documental. Nunca antes un filme había competido en estas categorías a la vez.
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«Todo surgió a través de la conversación entre dos amigos. Primero pensé que podía hacer un corto documental de unos 20 minutos, pero me di cuenta que necesitaba más. No fue hasta 2013, cuando fui invitado a un taller de animación de documentales que me pidieron si tenía una idea para llevar a cabo y pensé en Amin. Sabía que aún no estaba preparado pero al surgir la oportunidad creí que con la animación lograría que al final se sintiera cómodo para contar su historia, podía utilizar su voz real en la película manteniendo el anonimato. Lo que también era importante para él, ya que tiene familia que volvió a Afganistán y quiere respetar su privacidad. Al final este proyecto se ha hecho realidad después de más de siete años de trabajo», explica.
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Pero no son los premios Oscar. Flee tiene 36 reconocimientos internacionales, incluyendo el gran premio del festival de Sundance, mejor película en Annecy y mejor documental de la Academia del cine europeo. «Todo esto ha sido surrealista para Amin. Está muy feliz de cómo ha quedado la película. Es la primera vez que habla de sus traumas desde que era niño y no ha sido nada fácil para él abrirse como lo ha hecho. Muchas otras personas tienen experiencias similares, aunque él prefiere no darse a conocer».
Flee ya está en los cines. No te pierdas el trailer: