La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, por segunda vez, está suponiendo un cataclismo para la comunidad LGTB. Se han eliminado los programas de inclusión e igualdad LGTB estatales, los trabajadores han sido despedidos, se han eliminado las menciones LGTB en las webs gubernamentales, y ya se ha encargado de dejar claro que no existe más género que el del hombre y la mujer.
Por eso, ante tal desastre, nos ha encantado que una mujer, Mariann Budde, obispa episcopal de Washington, le plantara cara de una forma emotiva y elegante en la misa de la Catedral de Washington.
“Déjeme hacer un último ruego, por favor, señor presidente”, dijo hablándole directamente a Trump. “Millones han puesto su confianza en usted, y como usted dijo ayer a la nación, usted ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga piedad de las personas de nuestro país que tienen miedo ahora. Hay niños gais, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes. Algunos temen por sus vidas”.
“Y las personas que recogen nuestras cosechas y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en granjas avícolas y plantas de empacado de carne, que lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales. Puede que no sean ciudadanos ni tengan la documentación adecuada, pero la inmensa mayoría de los inmigrantes no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son miembros fieles de nuestras iglesias y mezquitas, sinagogas, gurdwaras y templos. Le pido que tenga piedad, señor presidente, con aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que se lleven a sus padres, y que ayude a aquellos que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí”.
Trump, que parecía incómodo durante el sermón, dijo posteriormente que la obispa era una radical de izquierda y que debía disculparse con él. “Su tono era desagradable y no era convincente ni inteligente. No mencionó la gran cantidad de inmigrantes ilegales que llegaron a nuestro país y mataron personas. Es una ola de delincuencia gigante la que está teniendo lugar en EE UU”.
Muchas gracias, Mariann.