Puede que estos Juegos Olímpicos de Rio 2016 sean de los más visibles que se han celebrado, no sólo por la representación del colectivo LGTB que hay en varias categorías, sino también en lo que se refiere a la ceremonia de inauguración.
El número de atletas LGTB en esta edición de los Juegos Olímpicos es mucho más elevada que otros años; ya en Londres 2012 pasó de los apenas 12 deportistas que participaron en Beijing 2008 a 23, pero este año son nada menos que 42 atletas los que representan al colectivo, siendo el Reino Unido el que país que más aporta. Pero no sólo se trata del aumento de esa representación sino que además en esta edición hay cambios bastante positivos, como por ejemplo el hecho de que los atletas transgénero pueden participar sin necesidad de haberse realizado cirugía de reasignación de género.
Si pudiste ver la ceremonia inaugural, además te habrás dado cuenta de que algo ha cambiado, ya que ha habido un antes y un después en el mundo del deporte en lo que a la visibilidad se refiere. Ese cambio pudimos comprobarlo en el paseo de la antorcha olímpica durante su paso por uno de los barrios más LGTB de la ciudad, el barrio de Ipanema, cuando dos de los voluntarios en el momento del relevo se besaron, convirtiendo este momento en algo histórico, el primer beso gay de los Juegos Olímpicos.
Además el Comité Olímpico Internacional (COI) quiso que fuera una celebración diferente, con mucho más apoyo al colectivo transexual, incluyendo como abanderada de la igualdad a una de las top models más importantes del país, la cual además es transexual, ella es Lea T. Pero la modelo no fue la única afortunada en dar representación durante esa ceremonia, ya que fueron varios los guiños de apoyo, siendo también Laerte Coutinho la primera persona trans en portar la antorcha olímpica de la historia de los Juegos Olímpicos.
El número de mujeres trans que aparecieron durante la ceremonia de apertura se eleva a cuatro sumándose a las anteriores dos de las encargadas de guiar a los deportistas en sus bicicletas, ellas son Fabíola Fontenelle y Maria Eduarda Menezes.
Además, uno de los nadadores olímpicos con más proyección de futuro, el representante de Tonga Amini Fonua, ha querido hacer un homenaje al colectivo con el bañador con el que se ha preparado para estos Juegos Olímpicos, el cual pertenece a la asociación “Los Ángeles LGTB Center”. Un divertido homenaje y algo muy valiente por su parte que tiene como objetivo luchar por la igualdad. Como el mismo Fonua declaró «He llevado ese traje para cada práctica que conduce a Río, porque no hay mucha diversidad en la natación. Es un recordatorio a todo el mundo de que yo soy diferente, y me enorgullezco de esa diferencia.»
Por lo que hemos visto, estos JJOO de Rio 2016 pueden significar un antes y un después en el mundo del deporte, con una representación más que significativa, y probablemente supongan un paso más en lo que se refiere a la visibilidad en todos los ámbitos, algo de lo que debemos estar más que contentos.
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