Desde que el Supremo denegara a una pareja gay en Valencia la inscripción de sus hijos como hijos de ambos, debido a que habían sido gestados por subrogación, la incertidumbre legal esta haciendo mella en los padres gays españoles en la misma circunstancia.
En 2010 se aclaró cómo se inscribiría a los niños en el Registro, en función de la casuística del país de nacimiento. A partir de esta fecha se disparó el número de parejas u hombres gays que decidían recurrir a éste método que ya se venía haciendo desde hace 18 años. Este recurso legal hizo que en California haya aproximadamente 1000 hijos españoles y en Chicago 2000.
Sin embargo en la actualidad todo se ha tornado confuso. En los consulados a veces registran, a veces no. La baja de paternidad a veces se logra, a veces no. Parece ser que dependa de la apetencia del responsable de turno. “Hasta la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, que reguló la adopción internacional, reclama este derecho”, asegura Pedro Fuentes, vicepresidente de la asociación Son Nuestros Hijos.
Gestión Subrogada en España, otra de las asociaciones, ha empezado a difundir su proyecto de ILP (iniciativa legislativa popular) para conseguir el medio millón de firmas que les permitirá hacer llegar a los legisladores del Congreso su proyecto. “Pero a la vista de lo que ocurre con el aborto, no parece que el momento sea muy proclive”, comenta la catedrática de Filosofía del Derecho de la UAB, Francesca Puigpelat, miembro del Comité de Bioética de Catalunya y estudiosa de la materia. “Legislar sobre la gestación subrogada remueve pilares culturales y morales”, advierte.
Una legalidad total y sobre la mesa evitaría abusos como los realizados en la India, donde asociaciones denuncian que a los padres les cobran 60.000 y a la madre le pagan 1.000.
Esperemos que pronto encontremos un amparo legal. Lucharemos por ello.
Fuente: Weerlly.com