Justicia chilena dividida ante la custodia de una niña y sus madres lesbianas

Jacqueline y Carolina se enamoraron y se fueron a vivir juntas. Carolina se embarazó de una relación heterosexual, y cuando la pequeña María José cumplió 3 meses, la relación terminó y Carolina dejó la casa y dejó a la pequeña con Jacqueline.

Jacqueline crió a la niña que ya tiene 5 años. Durante la última Navidad las mujeres acordaron que María José pasaría con su madre biológica esta fecha tan especial. Pero acabaron las fiestas de fin de año y la niña no volvió a su casa. Carolina no quiso que se fuera con su ex pareja.

No es una historia nueva, es una historia que se repite en muchos países donde las familias diversas no tienen reconocimiento legal y solo las madres biológicas figuran como las madres verdaderas, aunque las madres no gestantes se pasen la vida junto a sus hijos.

Jacqueline buscó ayuda de la asociación LGTB más importante en Chile, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH).

Y en febrero, como un hecho histórico para el historial de derechos LGTB, el Tribunal de Familias de San Ramón, a cargo de la jueza  Ramírez resolvió que “la niña refiere que tiene dos mamás y las ama a ambas”, sin embargo, es la madre de crianza (Jacqueline) el “principal personaje” que responde a “las necesidades emocionales y básicas de la niña”.

Ante el juzgado, Carolina, la madre biológica, “negó haber dejado hija al cuidado de la requirente, sin embargo de los documentos de salud y educacionales (…) como certificados médicos de atenciones de urgencia de la niña e informes escolares, figura como apoderado Jacqueline Díaz, quien fue descrita como responsable, cooperadora, activa y mostrándose muy preocupada por la niña manteniendo ésta excelente asistencia, agregando en el informe las educadoras no conocer a la madre biológica ni al padre biológico de la niña, ya que no acudieron nunca al colegio”, afirma el fallo del tribunal.

El Tribunal puntualizó que “la niña estuvo siempre bajo el cuidado responsable de doña Jacqueline Díaz, que existe una situación de riesgo para la niña en la casa” de la madre biológica, “tanto por su inestabilidad emocional y conducta negligente” y que, por tanto, la menor debe quedar “bajo la protección y responsabilidad de doña Jacqueline Díaz”.

Han pasado cinco meses de este fallo en el que Jacqueline obtuvo la custodia temporal, no obstante la tuición definitiva sigue sin resolverse.

Hoy debía haber una respuesta, pero la justicia aún no se pronuncia sobre a quién le corresponde estar con María José, a la madre que la gestó o a la madre que la crió.

Jacqueline ha contado que María José le dice: «yo sé que vas a ir a ver a la jueza. Yo tengo dos mamás, las amo a las dos, pero quiero ir donde la jueza y decirle que quiero vivir contigo». «No la pasa bien y eso me duele como mamá», agregó. En Chile rige desde octubre pasado un Acuerdo de Vida en Común que protege las uniones homosexuales y heterosexuales, en temas como herencias, cuidados médicos, pensiones, pero no se pronuncia sobre el cuidado de hijos de parejas del mismo sexo y no se les permite adoptar.

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