En esta
familia numerosa las madres son minoría. Dos contra tres hermosos peques. ¡Y ellas encantadas!
Guaci y Cris, lectoras de Oveja Rosa, han querido compartir su historia de amor y contarnos cómo formaron su familia.
¿Cómo os conocisteis?
Más bien nos cruzó el destino. Yo soy de Canarias y mi mujer de Mallorca, una novia me llevó hasta Mallorca a vivir y la relación fue corta y mal, lo bueno es que conocí a Cris. Poco después de empezar a salir tuve que regresar a Canarias y fue difícil pero estuvimos seis meses mantenimiento la relación a distancia, hasta que volví a Mallorca hasta día de hoy. Que de eso hace ya casi 15 años.
¿Cómo ha sido vuestra relación?
Empezó difícil, pero nosotras siempre hemos hecho oídos sordos a todo lo que no nos interesaba oír, ya que no todo el mundo acepta bien cuando presentas a tu pareja y resulta ser de tu mismo sexo, a pesar de todo entre nosotras hemos tenido claro que juntas hasta el final.
¿Cómo tuvisteis a vuestros hijos ?
Tener a Onai, el mayor, nos decidimos poco después de casarnos, en aquel momento la seguridad social nos lo cubría todo y no dudamos en ponernos en lista y en la primera inseminación vino nuestro hijo, una experiencia que te hace cambiar la vida y aprendes mucho. Los tres los ha tenido Cris, las nenas fue más complicado, habíamos ido a la seguridad social, le hicieron 3 inseminación y no hubo suerte, en ese momento sí se pagaba el donante y ya habíamos gastado los ahorros, pero no desistimos, pedimos ayuda económica a la familia pero no pudo ser, y al final la familia que elegimos, o sea nuestros amigos, nos apoyaron. Reuniendo conseguimos pagar una sola inseminación por la clínica privada y… ¡bingo! Esperábamos uno pero llegaron dos nenas: Maeli y Ariadna nuestras princesas.
¿Habéis tenido algunas dificultades con el entorno al formar vuestra familia?
En nuestra familia ha habido y hay de todo, han tenido que pasar por el aro, porque nosotras no nos centramos en quien no nos acepta, sino en quien sí quiere formar parte de nuestra familia, hemos tenido problemas con jefes en cuanto a permisos para poder abandonar el puesto de trabajo, como cuando mi mujer se puso de parto, como nos pasó con Onai.
Otro de los inconvenientes es mi padre, que al no parir yo los hijos no los considera sus nietos, pero damos más importancia a la aceptación social de nuestro entorno, que damos gracias a que no hemos tenido problemas ni con el colegio. Nuestro hijo se ha criado con un gran autoestima y explica de forma natural cómo es su familia y se enorgullece de ella, para mi es el mayor logro porque la sociedad es muy dura en algunos casos, sobre todo los niños.
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