¿Cómo hablar a los hijos de diversidad sexual?

Cuando proponemos en este artículo hablar con nuestros hijos de diversidad sexual queremos referirnos tanto a ayudarles a reconocer y vivir su propia orientación sexual como a que conozcan y respeten la del mundo que les rodea.

Ya desde el primer año nuestro hijo convive con multitud de emociones relacionadas con sus relaciones con otros niños o adultos; competencia, celos, ira, miedo, rechazo, curiosidad, etc. Su temperamento esta presente desde el mismo momento en que empieza a moverse y orientarse en el espacio.

Todo tipo de manifestaciones del ego, positivas y negativas, se manifiestan desde muy pequeños. Sin embargo, no se ha documentado nunca rechazo a la orientación sexual ni al género en niños que no hayan sido adoctrinados para mostrar esta reacción de rechazo. En definitiva, es la comprensión de estas diferencias y no el rechazarlas lo que es absolutamente inherente a nuestra naturaleza humana.

Cuanto mas pequeños son nuestros hijos, mas preparados están para identificar y comprender las diferencias individuales entre las personas. Y digo «identificar» porque muchas veces ellos se dan cuenta antes que los adultos que nos rodean de nuestras relaciones o atracciones. Hay quien dice que no se puede ocultar información de este calibre a una madre. También podríamos decir lo mismo pero al revés: Un hijo se da cuenta de muchas mas cosas de las que sabe expresar o de las que le cuentas. Tiene menos categorías que un adulto. No clasifica el mundo aun en bueno-malo, heterosexual-homosexual, novio-novia. Para un niño la realidad fluye sin tanta delimitación, y es por eso que su percepción de las cosas esta mucho mas despierta.

madre lee cuentos a hijo (1)Existen multitud de cuentos pro-diversidad, multitud de referentes cinematográficos y televisivos, y multitud de ejemplos en su círculo mas cercano, que nos facilitarán el mostrarle una realidad que asimilará sin dificultad alguna.

A la hora de hablar de su propia orientación, debemos tener en cuenta que para un niño de 7-8 años este no es un tema tabú, pero si un tema para el que todavía no tiene los conceptos ni la introspección suficiente.

Una niña puede mostrar un deseo insobornable de estar con su profesora de matemáticas o con su amiga del colegio. Si no la ve un día tal vez se torne triste y apática. ¿Una conducta así nos podría llevar a preguntarnos si es lesbiana? Pues no tendría exactamente por qué: En cierto momento entre la niñez y la preadolescencia se pasa de la atracción por las personas con las que nos sentimos identificados y que funcionan como referentes, a la atracción por las personas que nos gustan y nos enamoran. Es por eso que es difícil saber cual es la orientación de nuestros peques en muchos casos, y tratar de sacarles información no servirá de nada: Ellos mismos pueden no distinguir el por qué de su fascinación. De esta forma, muchos casos en los que los padres estaban convencidos de la homosexualidad o transexualidad de su hijo, se han llevado una sorpresa. (Y, por supuesto, también en el caso opuesto).

El mejor camino entonces es mas simple: mostrarnos siempre abiertos para hablar de sus dudas, siempre en su propio lenguaje, y sin desconcertarles con palabras  incomprensibles para su edad, y paralelamente dotarles de la información que vayan necesitando y de referentes diversos que  den la misma valía a todas las opciones de sexualidad. 

En definitiva, nuestros pequeños necesitan saber que cuentan con nosotros ante los conflictos y que sea cual sea su naturaleza, será tan valiosa como cualquier otra.

educación sexual ovejarosa

Rocío Carballo

Psicóloga psicoterapeuta

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