Bruce Springsteen no ha dudado un segundo en cancelar su inminente concierto en Carolina del Norte en protesta por la ley HB2 de «privacidad y seguridad en las instalaciones públicas», que obliga a los transexuales a dirigirse al baño público de su sexo de origen en escuelas y edificios gubernamentales.
Bruce pide perdón a sus seguidores en sus redes sociales, pero a la vez alega que «es más importante la lucha por los derechos y libertades de las personas que un concierto de rock». En sus propias palabras, esta ley “es un intento de quitar derechos y progreso…la suspensión de este concierto es el arma más potente que tengo para levantar mi voz en oposición a una medida impulsada por aquellos que quieren ir atrás en vez de para adelante”. Según la nota, el dinero de las entradas será devuelto a los compradores.
Sin duda su decisión no dejará indiferente a nadie. El autor de The River es admirado por todo EEUU y es una de las figuras más importantes y legendarias del país, tanto para republicanos como demócratas. En esta ocasión, cómo no, son los republicanos, de manos del gobernador Pat McCrory, los que han impuesto esta ley, para contrarrestar una ordenanza del Ayuntamiento de Charlotte que pretendía ampliar la protección a la comunidad LGTB.
Si antes le admirabamos por su increible música y porque no se puede ser más guapo, ahora ya nos ha acabado de enamorar.
¡Gracias Bruce!