Pobre cerda. Ahora la acusan de convertir a los niños en gais y lesbianas. Es que la fama es así, pero como ella es solo un dibujo rosa, no tiene ni idea. Peppa pig es una sensación en el público infantil. Adorada por niños que ni siquiera saben hablar en todo el planeta.
Un estudio realizado por el doctor Alex Swanson, en Reino Unido, afirma (aunque sin dar detalles de cómo se llevó a cabo este estudio) que el programa infantil incita a los niños a tener actitudes homosexuales (tampoco deja claro qué son actitudes homosexuales). “El entorno y la dinámica del programa está dirigido y diseñado hacia modelos de comportamiento homosexual”, señaló Swanson.
La pobre Peppa ha sufrido lo indecible. El año pasado el obispo Ebelio Dos Santos la demandó porque según sus movidas mentales, la cabeza de Peppa y la de sus familiares parecían órganos sexuales. Cuando le comentaron al religioso que era un dibujo animado inglés, declaró: «el demonio no conoce fronteras».
Como si esto fuera poco, a la cerdita la han atacado hasta por ser una cerda, y decir que su existencia es una burla a los musulmanes, que no comen cerdo.
“Se necesitan más personajes gay en la televisión infantil, a modo de enviar el mensaje de amor en las relaciones del mismo sexo”, comenta Norman Lamb, en una entrevista con el diario Pink News. Lamb es un político británico, quien sugiere incluir un personaje LGTB en la serie.
La productora de la serie no se ha pronunciado respecto al tema, pero se espera que lo haga en los próximos días
De esto podría contarle Bob Esponja, el pobre dibujo que también fue condenado por incitar la homosexualidad. Y es cierto, al menos yo me sentía cada vez más lesbiana después de ver un capítulo…